Este arbusto rastrero se distingue por su patrón de ramas en forma de abanico y sus pequeñas hojas brillantes que se tornan de un color rojizo en otoño. Produce flores blancas en primavera y frutos rojos en otoño que persisten durante el invierno, atrayendo a las aves. Es ideal para cubrir suelos, taludes o para crecer sobre muros. Resistente y tolerante a la sequía, es perfecto para jardines rocosos o de bajo mantenimiento. Además, es excelente para el control de la erosión en suelos inclinados.