Este arbusto caducifolio es muy apreciado por su espectacular floración amarilla en primavera, que cubre completamente sus ramas antes de que broten las hojas. Es ideal para borduras, setos informales o jardines de primavera, donde aporta un estallido de color. Prefiere posiciones soleadas y suelos bien drenados, y es muy resistente, lo que lo convierte en una opción fácil de mantener. Después de la floración, puede podarse para mantener su forma compacta y promover una mejor floración el año siguiente.